CURSO DE NATACION PARA BEBES

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CURSO DE NATACION PARA BEBES
1ª quincena de julio

INFORMACIÓN

Al sumergirse en el agua, el niño recuerda las agradables sensaciones vividas en el útero materno y mantienen la capacidad de permanecer sumergidos en un medio acuático. Pero a los pocos meses, esta habilidad deja de ser automática y debe ser aprendida.

Es posible iniciar muy precozmente la natación y otros juegos y así aumentar la capacidad de aprendizaje del niño, lo más recomendable es empezar a los tres o seis meses, pero a partir del mes se puede iniciar sin problemas siempre consultando con su pediatra.

En el agua, el niño depende de las manos de sus padres, que los papás se muestren seguros y confiados a la vez que extremen su atención para que le puedan transmitir sensaciones beneficiosas a su hijo: es un momento privilegiado para que ambos disfruten y aprendan a relacionarse con otra persona ajena a lo que hasta ese momento conoce el bebe, por eso la labor del monitor es esencial.

Además del desarrollo psicomotor y de la personalidad,  aumenta la capacidad pulmonar. El bebé aprende a escuchar, a observar, se despiertan sus reflejos innatos. Los ejercicios (agarres, desplazamientos, inmersiones, lanzamientos, giros…)

BENEFICIOS 

  • Importante desarrollo psicomotor que le ayuda a aumentar la coordinación motriz.
  • Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio.
  • Desarrollo del tono muscular para la estática, el movimiento y el equilibrio en un futuro.
  • Mejora del vínculo entre la madre/padre y el bebé.
  • Acostumbrarse a personas ajenas a su núcleo familiar.

 

EJERCICIOS

Los ejercicios propuestos se realizan siempre con el bebé acompañado de un miembro de la pareja al que nos dirigimos:

  • Esperando y Acariciando.
  • Paseando e Introducir al agua.
  • Chapoteo.
  • De espaldas sobre mamá/papá.
  • De espaldas sobre un material de flotación.
  • Sumergir.
  • Moviendo juguetes.
  • Flotando en el agua..
  • Caballito.

Es importante que en todo momento se respete el estado de ánimo y las necesidades del bebé. Si se ve que no le apetece realizar un movimiento o ponerse en cierta posición, no se le puede forzar, lo importante es que su experiencia en el agua sea lo más positiva posible para ambos.